Islandia es un viaje muy recomendable, totalmente diferente a cualquier otro destino, con glaciares, icebergs, géiseres y campos de lava que sorprenderían a cualquiera.
Damos la vuelta a Islandia en tienda de campaña y durmiendo en saco, lo mejor de todo, sin aislante utilizamos los cambiadores del baño del camping.
Si no queréis gastaros mucho dinero, os recomiendo facturar una buena bolsa de comida, que hará que el viaje se economice, ya que salir a cenar o a comer puede ser bastante caro.
En Islandia es naturaleza todo lo que hay que visitar, os dejo algunas cosas que no os podéis perder.
Aunque la Laguna Azul se lleva toda la fama, la realidad es que hay otros manantiales en Islandia que quizás merecen más la pena y que son, definitivamente, más baratos. Nosotras fuimos a la ciudad de Myvat, fue una experiencia muy diferente sin multitud de gente y sin costes excesivos.
El lago Jokulsarlon (Lago Glaciar). Aquí podrás disfrutar de un atardecer en una de las laderas de la montaña mientras observas los icebergs que flotan sobre el lago.
La Cascada de Dettifoss con una gran cantidad de agua y fuerza que cae en un cañón con un ruido que sorprende a cualquiera.
En Noruega visitamos Oslo y Bergen unos paisajes increíbles con fiordos, pueblecitos en laderas de montañas y pequeñas cabañas de madera en puertos próximos al mar o a lagos. Precioso y con paisajes de cuento.
Un dato importante es que la acampada es libre en todo el país, por lo que si queréis ahorraros la estancia, que es bastante cara, el camping puede ser una opción.
En cuanto a Londres y alrededor, he estado en varias ocasiones pero la vez que más tiempo y más intenso fue el verano de los Juegos Olímpicos de 2012. Recuerdo estar en la final de la Gimnasia Rítmica de conjuntos en » Wembley Arena», para mí fue como un sueño verlas tan de cerca y en un acto tan importante como ese.
Algo curioso y muy divertido es «London Skate», un grupo de gente que hace rutas de patinaje. Cortan las calles y llevan un macro radiocaset para amenizar la ruta con música. Suele ir muchísima gente y el nivel es alto.
Suecia fue para visitar a mi prima Patri, un país escandinavo del que recuerdo el frío que hacía y la amabilidad de la chica de couchsurfing (compatir casa con gente local) que nos acogió en Estocolmo .
Os recomiendo pasear por las callejuelas empedradas de Gamla Stan, que es el casco antiguo de Estocolmo. Donde os podéis hacer las típicas fotos de las casitas de colores y donde está la calle más estrecha de la ciudad: es la “Mårten Trotzigs Gränd” que sólo mide 90 centímetros de ancho.
No os podéis perder el Östermalms Saluhall, un mercado donde encontrar alimentos típicos del país y frescos como salmón ahumado, anchoas, pan, frutas, postres y mermeladas.
Por último Irlanda que fue para visitar a Anita, me encantó aunque el tiempo no suele acompañar.
De lo que visité, me quedo con los pequeños pueblos del Condado de Cork, cercanos a la costa y por supuesto los «Cliffs of Moher», unos acantilados preciosos pero con muchísima gente.
En Edimburgo recorrer la calle Victoria y la zona de Grassmarket, donde hay tiendas y cafeterías muy alternativas, con casitas de diferentes colores.
Si el tiempo os acompaña, no os perdáis el parque de Holyrood es un buen sitio para tumbarse al sol y pasar un buen rato. No perderos las vistas desde la Carton Hill, se ve toda la ciudad.
En todas las ciudades Europeas existe el llamado «Free tour», se da la voluntad y un guía generalmente en inglés, os hace un tour por la ciudad. Sale mucho más económico que un guía en cualquier agencia